Publicado por Tilde Traducciones | Certificados ISO 9001 & ISO 17100

Cuando cada palabra ayuda a vender

Cómo las traducciones estratégicas potencian marcas del sector alimentos

¿Qué tienen en común una etiqueta de vino, un certificado de libre venta y un portafolio de productos premium? Mucho más de lo que parece. Cada uno es una pieza clave en la historia que una marca le cuenta al mercado. Y cuando esa historia necesita cruzar fronteras, la traducción se convierte en un verdadero aliado comercial.
En un mercado como el costarricense, donde el consumo de alimentos y bebidas importadas sigue creciendo y los consumidores son cada vez más exigentes, no basta con cumplir con los requisitos regulatorios. Las empresas que importan productos gourmet, vinos, destilados, cervezas artesanales o bebidas funcionales necesitan algo más que una simple traducción: necesitan conectar, emocionar y vender.
Desde 2020, una reconocida empresa costarricense del sector alimentos y bebidas ha confiado en nosotros para acompañarla en ese camino. Con más de 45 años de trayectoria, esta compañía ha construido un portafolio de marcas internacionales que distribuye a lo largo y ancho del país. Lo que empezó como un proyecto puntual, se convirtió en una colaboración continua, con más de 77 proyectos gestionados en un solo año y más de 35,000 palabras traducidas en inglés, francés, italiano, portugués, italiano y hasta en japonés.
Pero más allá de los números, lo importante es el impacto. Cada etiqueta que traducimos es una oportunidad para capturar la esencia de un producto y trasladarla, sin pérdidas, al idioma del consumidor final. En cada texto publicitario, buscamos mantener el tono, el deseo, la historia detrás de una botella. En cada material regulatorio, garantizamos fidelidad total a los datos, porque sabemos que un error podría retrasar, o detener, la entrada de un producto al país.
Esta empresa importa vinos que narran cada detalle de su origen con orgullo: la altitud de los viñedos, el tipo de barrica, las notas de cata. Esto podría sonar anecdótico, pero para un consumidor conocedor es información determinante. Traducir esos elementos con precisión y sensibilidad no es un lujo; es parte del valor que el producto aporta.
Además de las etiquetas, traducimos certificados de libre venta, fichas técnicas y catálogos, asegurando siempre que los documentos cumplan con las normativas locales y transmitan profesionalismo y coherencia en cada punto de contacto con los clientes, distribuidores o autoridades sanitarias.
El verdadero valor no está solo en las palabras, sino en lo que esas palabras permiten: lanzar nuevos productos sin contratiempos, cumplir con las exigencias del Ministerio de Salud, posicionar marcas de alta gama en el anaquel y conectar emocionalmente con los públicos adecuados.
Esta historia no es una excepción. Cada vez más empresas de alimentos en Costa Rica entienden que una buena traducción no es solo una tarea operativa, sino una inversión en reputación, en diferenciación y en crecimiento.
Y aunque no siempre se ve, hay un equipo detrás que hace posible que todo fluya. Porque cuando se trata de conquistar paladares exigentes en un mercado saturado, las palabras importan, y mucho.
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Gabriela Castro